Me tomé en serio el comentario de rub3n a mi post anterior y me puse a pensar un poco más en este asunto. El proceso «normal» de una tesis de este tipo (etnográfica) es que uno «vaya» al campo, trabaje con sus informantes, regrese a su lugar de origen y escriba la etnografía con todos los datos recopilados. Luego, presente la tesis ante un tribunal, donde, con fortuna, será certificado como un doctor (¿qué fácil suena no?). Si tiene mucha suerte, la tesis se publica como libro o se corta en trocitos y se publica en un par de artículos. Bien, ¿y qué pasa con la gente con la que se trabajó? Seguramente tendrán un agradecimiento en la introducción, si hay alguien muy, muy especial, quizá aparezca en la dedicatoria. Luego, cuando salga alguna publicación, quizá por decencia del tesista les mande una copia o regrese a la «comunidad» y haga alguna presentación o algo parecido. Vale.
No cometeré el error de defender los resbalosos y quizá erróneos argumentos relacionados con lo 2.0 que empoderizan, horizontalizan, democratizan y más “izans” a la información, a la generación de conocimiento y demás vainas. Sin embargo, si combinamos aquello que decía el buen Javier Izquierdo (el sociólogo, no el fotógrafo), sobre la vida cotidiana, de que: «los mejores sociólogos son los usuarios» con el asunto este de la «honestidad» y la visibilidad. Pues creo que podemos tener un experimento interesante (como esos restaurantes japoneses donde cocinan frente a ti). Ahora bien, ni este blog, ni Flickr ni ninguna de las «oficinas» que vaya abriendo por ahí en un largo año, serán el «cuadro total» de mi trabajo. Finalmente, no renuncio a los congresos, las publicaciones y los seminarios con su estructura jerárquica y cerrada. Pero sí creo que muchas cabezas piensan mejor que una y que experimentos como estos pueden ser útiles para todos porque lo que pueden responder a mis preguntas los que pasen por ahí, también puede ser visto por otras personas que respondan y por cualquiera. Ahora, tampoco cometeré el error de plantear analogías y metáforas del orden de, estoy haciendo «grupos de discusión virtual» o «entrevistas públicas». No, simple y sencillamente digo abiertamente que estoy haciendo una tesis e invito a gente a que entre todos generemos ideas sobre mi pregunta de investigación. Analizando en principio una plataforma, utilizando sus potencialidades, convirtiéndome en un «nativo» (todo esto ya lo ha reflexionado públicamente Adolfo, insisto, no es nada nuevo de mi parte). Y, a nivel epistemológico y metodológico, se crean sinergias que podrían ser interesantes y útiles para discutir y trabajar en el futuro. Ahora bien, tienes razón en una cosa, que resulta muy «cómodo» ya que las personas participan con su energía, sus palabras, su tiempo y sus fotos, y esto es aprovechado por mí. ¡¡Pero de todas maneras iba a hacer una tesis!! Así que, no veo por qué no puedo utilizar estas herramientas con la mayor honestidad y reflexividad crítica posible (personalmente me parece mejor esto que una “etnografía encubierta”. Estoy apenas empezando claro pero por supuesto se puede dar el caso de que alguien me pida algo a mi también o que alguien me «regañe» por algo que no le parezca y de esta forma, en última instancia (o por lo menos así lo quiero pensar) también se rebaja (no que desaparezca) esa incómoda y patética supuesta superioridad epistemológica que enarbolan algunos académicos que abanderan «la verdad». En fin, que ya la misma discusión que propones, es interesante (y me dio para un post en un viernes tan jodido como este, así que no puede ser tan malo).